Muchas veces al andar por nuestro barrio, o perdiéndonos en alguna de las calles de nuestra ciudad, hemos observado alguna carnicería la cual se diferenciaba a las otras muchas que hemos visto. Resalta en su letrero el distintivo “HALAL” creando un reclamo para su público objetivo, transmitiendo subliminalmente en la mente de sus clientes potenciales, que la carne que posee dicho establecimiento es apta para su consumo.
Seguramente que después de leer este post, la próxima vez que veas el término HALAL plasmado en la fachada de cualquier establecimiento, no pasará desapercibido y sabrás que esconde detrás del mismo.
Desde un punto de vista generalista, el término halal, el cual está transliterado del árabe, hace referencia al conjunto de prácticas las cuales están permitidas dentro de la religión musulmana, convirtiéndose este aspecto en todo lo relacionado con la vida del consumidor musulmán, ya sea el comportamiento, vestimentas, los modales, en la dieta, etc.
El musulmán adopta el término halal como un estilo de vida, las cuales ya vienen referenciadas dentro del Corán que prácticas son permisivas. La más común de todas y la cual creo que la inmensa mayoría de la población conoce es el consumo prohibitivo de la carne de cerdo. Así mismo, de la carne permitida para el consumo, esta debe de haber sido sacrificada tal como indica el rito musulmán.
Por lo tanto, podemos resumir que el término halal es todo aquello que está asociado a ser permisivo y las cuales no contradicen las doctrinas establecidas en el Corán.
De esta manera, nos encontramos ante un nicho de mercado que buscan productos que se adapten a su ideología y modo de vida, y que necesitan consumir productos y servicios con todas las garantías de ser permisibles, es decir, que certifiquen una garantía halal.
Evidentemente, el poder tener las credenciales de que nuestro producto o servicio cumple con las premisas de ser halal, estamos ante una oportunidad de negocio en la cual podemos, o bien aprovechar la demanda interna, puesto que la población musulmana ha aumentado notablemente en España y el resto de la Unión Europea, o también poder exportar hacia países árabes, tales como Emiratos Árabes Unidos, Marruecos, Argelia, Malasia, teniendo en cuenta que el organismo certificador Halal debe de estar reconocido en el país destino por el órgano correspondiente.
